¿Alguna vez te has preguntado cómo funcionan los relojes solares?
Pues como su nombre indica, capturan, almacenan y convierten la energía luminosa en energía eléctrica.
En los primeros días de relojes con energía solar, las células solares quedaron completamente expuestas. Tomemos como ejemplo el Synchronar 2100; colocó las celdas encima de la carcasa, dándole un aspecto único y futurista. Pero hoy en día, la célula solar está cuidadosamente colocada justo debajo del dial y aún así logra hacer el trabajo de manera efectiva.
Cuando la luz llega a la célula solar, se transforma en energía eléctrica y luego se envía a una batería recargable para su almacenamiento. Y hay un dato interesante: a pesar de llamarse relojes solares, estas células también pueden captar luz de fuentes artificiales. Sin embargo, el proceso de carga es más lento en comparación con la luz solar.
Los relojes solares no sólo son prácticos sino también ecológicos. Reducen nuestra dependencia de las baterías tradicionales y contribuyen a un mundo más sostenible. Entonces, la próxima vez que mires tu reloj solar, recuerda la asombrosa tecnología que funciona detrás de escena para que siga funcionando.